Lanzar un producto MedTech al mercado es un proceso complejo. Desde definir el uso previsto del producto hasta gestionar la aprobación regulatoria, hay muchos pasos… y muchos riesgos.
Es normal que las startups prioricen el desarrollo del producto y la obtención de financiación. Pero, debido a la complejidad del proceso, áreas cruciales como la planificación regulatoria, la estrategia clínica y los sistemas de calidad a menudo se descuidan, lo que puede generar grandes obstáculos más adelante.
Errores frecuentes:
- Retrasos en las aprobaciones por documentación incompleta
- Retrabajos por desalineación entre desarrollo y estrategia regulatoria
- Estudios clínicos que no respaldan las reivindicaciones previstas
- Pérdida de confianza de los inversores por falta de preparación regulatoria
Las startups que integran calidad y cumplimiento desde el inicio tienen más probabilidades de llegar al mercado de manera eficiente.